La Iglesia del Nazareno recientemente ingresó a una nueva área, la República Centroafricana, gracias al trabajo de un pastor que se inspiró para ayudar a su pueblo.
La nueva obra comenzó como resultado de un sermón pronunciado en una Asamblea de distrito de 2018 en la República Democrática del Congo que desafió a los pastores y líderes que se encontraban presentes a pensar en lugares a los que la Iglesia aún no había llegado. Un pastor que asistió se lo tomó en serio.
La República Centroafricana se independizó de Francia en 1960. Tiene un historial de disturbios políticos y guerras civiles, pero recientemente ha entrado en una de sus épocas más pacíficas de la historia gracias a un alto el fuego firmado en 2014.
“Alabamos a Dios por su fidelidad al permitirnos entrar oficialmente a la República Centroafricana este año”, dijo Dany Gomis, director de la Región África. Tenemos la esperanza de que nuestras nuevas iglesias ayudarán a llevar la libertad de Cristo al país.
Stephane*, un pastor de la República Democrática del Congo, estuvo en esa asamblea de distrito en 2018. Él sintió una carga por la República Centroafricana porque él pertenece a un grupo étnico que proviene de la región fronteriza entre la República Democrática del Congo y la República Centroafricana.
“Sentí la necesidad de crear un ministerio en la República Centroafricana debido al sufrimiento de la gente allí”, dijo Stephane. “Quizás mis razones fueron un poco egoístas, porque sabía que muchas de las personas pertenecían a un grupo étnico muy cercano al mío. Quería ayudar a mi pueblo, y la mejor manera a mi parecer era compartir el evangelio y la doctrina de la santidad con ellos”.
Stephane emprendió un viaje a la ciudad capital de Bangui en la primavera de 2019. Viajó en autobús, barco y motocicleta durante un período de tres días.
“Una vez, iba en una motocicleta a la orilla del río y nos encontramos con un campamento de hombres armados”, dijo Stephane. “Dentro de mí pensé que seguramente moriría y, sin embargo, el Señor fue bueno con nosotros. Nos detuvieron, nos preguntaron quiénes éramos y qué estábamos haciendo. Simplemente nos dejaron ir. Después de esa experiencia, supe que nunca podría abandonar este llamado para establecer la obra de la Iglesia del Nazareno en la República Centroafricana”.
Cuando llegó, les explicó a los funcionarios de aduanas que había llegado para avanzar la obra de la iglesia. Un pequeño grupo de creyentes de la ciudad capital de Bangui escuchó su conversación, ahora ese grupo se ha convertido en cinco congregaciones que juntos suman una membresía total de alrededor de 135 personas.
En febrero, la Junta de Superintendentes Generales aprobó la entrada a la República Centroafricana siguiendo la recomendación del Comité de Misiones Globales de la Junta General.
Los miembros fueron recibidos oficialmente en la iglesia, y algunos ahora se están preparando para recibir licencias locales y de distrito en los próximos meses bajo la supervisión del Distrito Congo-Brazzaville.
“Mi oración es que haya una iglesia vibrante y en crecimiento en Bangui”, dijo Stephane. “[Espero] que adopten el espíritu misionero que impulsa a la Iglesia del Nazareno para que la iglesia continúe creciendo y transforme la vida de las personas en la República Centroafricana”.
*Nombre ficticio por motivos de seguridad
Tomado de Nazarene News por Daniel Sperry
Traducido por Ruth Bravo